Georgia fue el estado pionero en adoptar la ley seca en Estados Unidos, renunciando a la venta y consumo de bebidas alcohólicas durante un período previo experimental en los años 1886 y 1887. La industria y el trabajo que conlleva crecieron a un ritmo considerable, y con ellas las jornadas laborales de los trabajadores, que demandaban productos estimulantes que les ayudaran a sobrellevar el esfuerzo diario.
Pemberton pasó mucho tiempo mezclando ingredientes para crear una nueva bebida “estimulante y vigorizante” (ese fue el claim de Coca-Cola en un inicio) concebida en principio entre otros muchos remedios y elixires de la época. Pero había algo distinto en ella: Pemberton consiguió ese sabor único que caracteriza a Coca-Cola mezclando en su laboratorio ingredientes naturales como la hoja de la planta de coca, la nuez de cola y el agua de soda. Era el 8 de mayo de 1886.
Con el sirope en una jarra, Pemberton se dirigió hacia la hoy en día famosa farmacia Jacob’s, donde cada vaso de sirope, agua carbonatada y hielos se comenzó vendiendo al precio de 5 centavos. Poco a poco esta nueva bebida fue haciéndose un sitio entre la sociedad local y se fue infiltrando en la vida cotidiana de los norteamericanos.
En este vídeo podéis ver una recreación de la formulación original de Coca-Cola (¡Pemberton mezclaba los ingredientes a mano y a ojo en su laboratorio!) y de la forma de consumirla en sus inicios.
Frank M. Robinson, el contable de Pemberton, fue quien sugirió el nombre con el que la bebida se hizo famosa e incluso dibujó el logo pensando en que las dos C mayúsculas crearían un diseño vistoso y que todo el mundo recordaría.
Durante 1888 el Doctor Pemberton fue vendiendo pequeñas porciones de su negocio y poco antes de su muerte vendió lo que le quedaba a Asa G. Candler, cuya perspicacia en los negocios le hizo comprar derechos adicionales y tomar el control de la bebida. Pemberton murió sin conocer el éxito mundial de la bebida que había creado.
El mito de la fórmula secreta de Coca-Cola nació en 1892 cuando Asa introdujo algunos cambios en la fórmula original del refresco y los transmitió en secreto a sus hijos y herederos: de este modo únicamente ellos podrían fabricar la exitosa bebida
Ya a principios del siglo XX Coca-Cola quiso que no sólo su fórmula y sabor fueran identificables y únicos, sino también su botella: debía ser curvilínea, muy reconocible (incluso en la oscuridad o rota) y no debía tener etiquetas de papel. De las manos del artesano Earl Dean nació la icónica botella Contour.
Fuente: https://www.cocacolaespana.es
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