GRIFO O CANILLA

La grifería, hoy en día, no sólo es una herramienta para administrar el agua, sino que se ha convertido en un elemento decorativo protagonista. La palabra grifo debe su nombre al animal mitológico, mitad águila, mitad león, Grifo, ya que antiguamente las cañerías solían terminar con esta figura. Lo mismo ocurre en otros idiomas como el francés (robinet) o en italiano (rubinetto), cuyo nombre se debe a Robin, el carnero que solía adornar las cañerías.

En España, inicialmente, se usaba el término canilla para referirse a la llave del agua, un vocablo que aún se usa en algunos países hispanoparlantes como Argentina, Uruguay. La palabra grifo se comenzó a usar cuando la boca de la fuente de agua se empezó a construir en esta forma de animal.

Los primeros grifos datan de la época romana, puesto que las casas de la nobleza ya tenían cañerías para suministrar el agua y necesitaban un aparato que regulara el caudal. Estos primeros grifos consistían en un cilindro perforado que se insertaba transversalmente en la tubería y se usaron durante toda la Edad Media.

En el siglo XIX se comenzaron a usar bombas de agua en los hogares que requerían un sistema más eficiente, debido a la presión del agua. Así, el  invento fue perfeccionado por el inglés  Thomas Gryll en 1800 quien introdujo el grifo de rosca, cuyo mecanismo es similar a los actuales.

Fuente: www.tekaindustrial.com/